sábado, 1 de febrero de 2014

Contexto histórico



René Magritte nació en 1898 en Lessines, Bélgica, en la parte sur del país, pasando su infancia y juventud en Charleroi, una ciudad industrial donde la vida era muy dura. Un acontecimiento  importante en su vida fue el suicidio de su madre por ahogamiento en el río Sambre en 1912. Un día ella escapó y estuvo perdida por días, más tarde fue descubierta, muerta, río abajo.  Dicha imagen pudo haber influido en la vida del artista y en una serie de obras, incluyendo “Les Amants”, pero el propio Magritte renegó dicha interpretación de su pintura. Las guerras mundiales también influyeron en su arte y en su vida.

Durante la Primera Guerra Mundial y, después de ésta, fue uno en propagar las ideas del movimiento dadaísta en Bélgica, un movimiento cultural que surgió en Suiza en 1916 que se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias, artísticas y especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte; y después de la Segunda Guerra Mundial, se unió al Partido Comunista, por tercera vez.
Su participación política se basó esencialmente en su espíritu de oposición. Todos sus diseños de carteles fueron rechazados en principio por la dirección del partido, y él no podía soportar tener que humillar su arte ante una línea ideológica del partido.
En 1910, comenzó sus lecciones de dibujo y entró en Bellas Artes de Bruselas en 1916 hasta 1918.
En 1922 se casó con Georgette Berger, una amiga de la juventud, que en muchas ocasiones le sirvió como modelo en alguna de sus obras; y en ese mismo año vio una pintura de Giorgio de Chirico, “La canción de amor”, que le impresionó tanto que desde 1926 empezó a basar su estilo en el de ese pintor.
  



En 1926 su estilo, también conocido como “realismo mágico”, cambió poco. Entre 1928 y 1930 investiga los confusos vínculos entre palabras, imágenes y objetos que éstas expresan. Dos claros ejemplos son “La perfidia de las imágenes” y “El espejo falso”. En la primera obra, pintó detalladamente una pipa y, debajo de ella, puso la leyenda “Ceci n'est pas une pipe” cuestionando la realidad pictórica.



En su segunda pintura, representa la misma idea: el ojo, como un falso espejo, reflejando las nubes blancas y el cielo azul, pintados de forma realista. Magritte nos muestra en su obra el problema del espacio real frente a la ilusión espacial, que es de lo que se trata dicha pintura.



En 1927 se estableció en los alrededores de París, y participó durante los tres años siguientes en las actividades del grupo surrealista. Esto aportó al Surrealismo parisino la resurrección del Ilusionismo.
En 1930 regresó a Bruselas huyendo del ambiente parisino, donde pasó el resto de sus días, y finalmente murió un 15 de agosto en 1967, días después de la inauguración de una importante muestra de su obra en el Museo Boymans Van Beuningen de Róterdam.
 

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